Por Míriam Amaro
Crear un logotipo es un
ejercicio de pensamiento y reflexión. Hay que tener muy claro lo que se quiere
transmitir.
Toda organización requiere
tener un logotipo porque presenta y representa las metas que tiene por
alcanzar. Una organización que no cuente con logotipo es como si no existiera
ante un “mercado”, llámense usuarios, beneficiarios, voluntarios y donantes. Si
no se cuenta con una imagen visual que represente a nuestra organización, es
como si un ser humano no contara con una vestimenta que le dará paso a una
identidad particular y lo haga diferente y único de los demás.
Por lo tanto, el contar
con un diseño es primordial para la organización que quiera tener presencia en
cualquiera de los sectores de la sociedad. Un logotipo en las organizaciones
del tercer sector trasmitirá mensajes como "aquí estamos” “somos quienes
atendemos esta causa” “conoce nuestros logros” “confía en nuestra
organización"; y todo este lenguaje genera un posicionamiento que comunica
la labor de la organización, otorgando una identidad institucional.
Una organización pequeña o
de reciente creación puede salir adelante gracias a un buen diseño de logotipo,
que la presente a potenciales donantes, usuarios y voluntarios con una vista
agradable, y como una organización sólida, segura, confiable, eficiente y
profesional.
Por ello, la identidad
institucional es un factor importante que contribuye al desarrollo social,
generando credibilidad y legitimidad en nuestra labor. Así, debemos de tomar en
cuenta los elementos, colores y tipo de letra de nuestro logotipo. Al momento
de definir el diseño del logotipo de la institución, se deberá desarrollar con
un profesional en diseño gráfico, quien sabrá interpretar lo que queremos
transmitir componiendo en una imagen armónica la causa, sentimientos, acciones
y servicios de la organización.
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