Por: Altea Mancebo del Castillo
Community Manager
A propósito del día internacional
de la juventud especialistas de la UNAM y la IBERO señalaron que gran parte de
la población mexicana entre los 15 y 29 años carece de posibilidades de
desarrollo, esto es: educación de calidad y empleo digno.
Cerca de 7 millones de jóvenes
mexicanos nacidos en la década de los 80, actualmente no cuentan con elementos
para convertirse en adultos completos, es decir, no lograron alcanzar educación
formal, se encuentran en el desempleo o cuentan con un salario que no les
permite independizarse.
Del total de desempleados en el
país el 52.5% son jóvenes, según reporta la Organización Internacional del
Trabajo, esto se traduce en una tasa de desempleo juvenil de 9.7. De los
jóvenes que si cuentan con empleo, el 56.7% carecen de prestaciones de ley,
14.5% ganan solo un salario mínimo, y el
50% perciben de uno a tres salarios mínimos.
Respecto a la educación, se
estima que el promedio de la escolaridad de los jóvenes mexicanos es de primer
año de preparatoria. Datos del INEGI del año 2009 demostraron que solo el 47.4%
de los jóvenes en México cuenta con estudios más allá de secundaria. Comparativamente
con décadas anteriores es posible ver un avance, sin embargo no ha sido
suficiente para cubrir las necesidades de la población actual.
Al 2010 el INEGI reportaba 20.2
millones de jóvenes entre los 15 y 24 años viviendo en el país, esto equivale
al 19% de la población total, una cifra bastante alta que demuestra lo importante
de este sector para México.
Aun siendo un país de jóvenes, o
quizá por esa cantidad tan alta en la demanda, no se han podido cubrir las
necesidades básicas para esta población. La oferta educativa, laboral y la
calidad de ambas no alcanzan a satisfacer las necesidades actuales de
adolescentes y adultos jóvenes.
José Antonio Pérez es coordinador
del Seminario de Investigación en Juventud de la UNAM, y declaró para el periódico La Jornada: “Los
jóvenes son uno de los segmentos en riesgo por la desatención hacia ellos en
las políticas públicas. No existen estrategias oficiales articuladas que
intervengan de manera distinta a lo que se hacía y esa es una apuesta muy mala
para la sociedad mexicana; estamos desatendiendo un sector estratégico para el
país.”
El investigador señala que las
condiciones actuales no permiten el desarrollo elemental de los jóvenes que no
logran independizarse, llegar a una estabilidad económica y mucho menos obtener
y mantener un hogar propio.
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