Por: Altea Mancebo del Castillo
Community Manager
Hoy se celebra el día mundial
contra el trabajo infantil. El tema de este año es Erradicar la participación infantil en el trabajo doméstico.
Antes es necesario definir a qué
se refiere propiamente el trabajo infantil. Según la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), es el trabajo que priva a los menores de vivir su niñez, su potencial
y su dignidad.
Es un trabajo peligroso y
perjudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño, interfiere con
su escolarización, porque le priva de la posibilidad de asistir a la escuela o
le exige combinar las clases con un trabajo pesado.
De este modo, las actividades que
realizan los niños y adolescentes como ayudar a la familia en el hogar, en el
negocio familiar o durante vacaciones para ganar dinero extra, (siempre y
cuando no representen perjudiciales para su salud física o emocional) no son consideradas trabajo infantil.
Ahora bien, en cuanto al trabajo infantil doméstico, éste se refiere al que se
realiza en hogares de terceros o de empleadores. Donde los menores realizan
diversas actividades como limpiar, cocinar, lavar, planchar, hacer jardinería,
cuidar ancianos o a otros niños, etc.
El peligro de estos empleos es
que colocan a los niños en una situación de alta vulnerabilidad debido a que es
un trabajo en cierto grado clandestino. Generalmente se les aparta de su
familia y dependen de sus empleadores. Suelen
ser explotados durante largas jornada laborales, además están expuestos a
maltrato físico, emocional y sexual.
En ocasiones no se considera el
trabajo doméstico infantil como un trabajo real, debido a la relación de
dependencia, y al supuesto “cuidado” que proporcionan los empleadores al menor.
Pero a este no se le trata como empleado
con los derechos que esto implica, y tampoco se le trata como un miembro más de
la familia. Es un “acuerdo de explotación” en el que el menor es víctima de un
trato abusivo.
Según datos de la OIT,
aproximadamente 10.5 millones de niños
en el mundo están en esta situación, 6.5 millones de ellos tienen entre los 5
y 15 años de edad. Otro dato importante
es que las niñas representan el 71% de
esta cifra.
El trabajo doméstico infantil es
altamente peligroso para los menores, por su misma naturaleza clandestina es
difícil que las autoridades detecten la situación y protejan a los niños.
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