El origen de esta celebración
proviene de España, donde el Rey Alfonso XIII decretó el 6 de febrero de 1926
como día del libro español, ya que se pensaba era la fecha de nacimiento de
Cervantes. En 1930 se cambió la fecha de la celebración al 23 de abril, arraigándose
con fuerza en este país por coincidir con el día de San Jorge en Cataluña y la
fiesta se trasformó en un intercambio de libros y rosas entre personas
queridas.
Fue la Unión Internacional de
editores la que propuso en 1995 a la UNESCO establecer este día de manera
mundial, declarándose el 23 de abril como el “Día del libro y derecho de
autor”.
La elección de este día es
interesante y hasta romántica: el 23 de abril de 1616 fue una fecha
fundamental, pues murieron los dos grandes pilares de lo que se conoce como
literatura hoy en día: Miguel de Cervantes y William Shakespiare. Estos hombres
dejaron un legado impresionante para el mundo de las letras y para la
humanidad: Cervantes es considerado el padre de la novela, antes de El Quijote no existía una narrativa
semejante. Por su parte, Shakespiare logró retratar todo el drama humano en sus
obras, por lo que sigue siendo modelo para los escritores actuales y como
lectores nos sigue atrapando. Son los dos grandes representantes de la
literatura en español e inglés respectivamente, y es curioso que hayan
fallecido el mismo día, un 23 de abril hace 397 años. Lo menos que podemos
hacer en agradecimiento a su legado a la cultura mundial, es ¡leer!
La celebración pretende promover
la lectura y la escritura, el apoyo a editores, escritores, bibliotecas, etc. Sí
es un recordatorio de lo importante y trascendente de los libros para la
humanidad, pero también es una fiesta porque intercambiar libros es tender puentes entre nosotros.
¡Feliz día del libro y del
derecho de autor! Te invitamos a leer, solo o acompañado, a intercambiar
libros, a escribir y compartir.
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