¿Qué está pasando en Ocosingo, Chiapas?


Por: IXIM, A.C.


La desigualdad social que se padece en México es evidente en muchos aspectos, si embargo, la realidad que viven las comunidades alejadas de los centros urbanos suele ser olvidada por completo, pero basta observar cifras como las siguientes para comprender la urgencia de intervenir para generar un cambio positivo:

Los estados con mayor pobreza en México son Chiapas: 78.4%, Guerrero: 67.4%, Oaxaca: 67.2%, Puebla: 61% y Tlaxcala: 60.4% según el Coneval, 2011. Específicamente en Chiapas existen 240 programas gubernamentales sociales, sin embargo, el porcentaje de pobreza es el más alto del país. El PNUD (2010), lo ubica en último lugar del Índice de Desarrollo Humano y en el quinto en desigualdad social en América Latina.
 

 
Casi el 70% de la población del municipio de Ocosingo, Chiapas, habita en zonas rurales clasificadas con grado de marginación muy alto: el 90.9 %  vive en condiciones de pobreza y el 59.7% sobrevive en pobreza extrema, el 70.9% tiene ingresos inferiores al límite de bienestar mínimo, es decir, aún destinando la totalidad de sus recursos económicos a alimentarse, no cubren esta necesidad básica. Es a éste último sector, a quien se dirige IXIM. Son personas indígenas pertenecientes a la etnia tzeltal.

Algunas características de las comunidades IXIM:

1. Infraestructura y ubicación: vivienda hecha de material de desecho o frágil, carencia de servicios sanitarios, electricidad, agua potable, vías de comunicación, etc. Comunidades muy pequeñas, dispersas y de difícil acceso.

2. Nutrición: Su patrón de alimentación semanal es: proteína menos de una vez; verduras y frutas, 1 a 2 veces; frijol y chile, 2 a 3 veces; derivados del maíz, diario, estos factores, sumandos a otros generan un índice de desnutrición severa.

Su tasa de crecimiento demográfico es muy alta: 8-10 hijos por familia (no todos sobreviven). De la población que atiende IXIM, 55% es menor de 20 años y solo 4.1% llega a mayor de 60 años.

3. Educación: Las mujeres no hablan español, la mayoría de los hombres y niños sí, casi ninguno lee o escribe tzeltal o español. Bajo rendimiento escolar y deserción.

4. Contexto social y económico: En su mayoría fueron desplazadas de sus lugares de origen por el conflicto de 1994, agudizándose su precaria condición y posibilidad de vida digna. Manipulación política, multiplicación y radicalización de organizaciones campesinas las han dividido, afectando su capacidad de alimentarse.

Muy limitada diversificación de fuentes económicas o el monto es inferior al salario mínimo de la zona $61.38 pesos diario. Pueden generar, trabajando en potreros $70 pesos al día, o $100 pesos como albañiles.
 

 
5. Producción agrícola y geografía: insuficiente y de subsistencia. La totalidad de sus cosechas dependen del clima, no existen sistemas de riego. El cambio climático y fenómenos naturales afectan sus ciclos agrícolas y las prácticas de siembra no sustentables empobrecen sus parcelas, disminuyendo las cosechas.

Para la mayoría de las comunidades, las tierras son pobres, insuficientes o carecen de ellas: 42% no es apta para la agricultura. Algunas comunidades rentan tierras a terratenientes asumiendo el riesgo de producción.

El problema de la regularización de la tierra continúa, mientras que el crecimiento demográfico incrementa su demanda.

Debido a la insuficiente o nula cantidad de maíz que producen, su situación de hambre se agrava antes de la cosecha anual, durante los meses de mayo-julio.

El acceso a apoyos que requieren documentación oficial frecuentemente se les dificulta, debido a que entre otros factores, no todos tienen acceso al registro civil.

Una consecuencia importante de todo lo anterior es el desperdicio de habilidades comunitarias y recursos naturales; así como vulnerabilidad respecto al crimen organizado.

 

 

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