El día del niño, es en origen una
celebración donde se busca fomentar la fraternidad entre los niños del mundo,
pero también es una fecha propicia para evaluar las condiciones en que viven
nuestros infantes y promover mejoras.
El tema del trabajo en niños es
muy delicado, estudios realizados por la UNAM indican que en México al menos
3.3 millones de menores se encuentran en esta situación, cabe señalar que esto
implica un aumento del 12% respecto al 2000. De este grupo, 65% son niños y 35%
niñas, en un rango de edad entre los 5 y 12 años, predominantemente en zonas
rurales.
Sin embargo, el Banco Mundial en
colaboración con la Organización Internacional del Trabajo y UNICEF, indicaron
que el porcentaje de menores trabajadores ha disminuido en un 40% respecto a la
década pasada. En gran medida gracias a las políticas de educación
implementadas en la década de los setenta y ochenta, esos niños y jóvenes,
ahora padres, mostraron menos disposición a enviar a sus hijos a trabajar.
Además la disminución de la demanda de mano de obra en el ámbito rural
contribuyó a bajar las cifras.
La directora del Banco Mundial
para México y Colombia, Gloria Grandolini, declaró que el trabajo infantil
representa un alto costo para el crecimiento económico de una sociedad. Pues los
niños y adolescentes que hoy trabajan, el día de mañana serán adultos sin
posibilidad de desarrollo al no contar con la educación adecuada, debido a que dejaron
la escuela o, si asistieron su rendimiento fue muy bajo. Esta dinámica promueve
que continúe el círculo vicioso de la pobreza.
Los datos que aporta el estudio
realizado por la UNAM sobre este punto revelan que 42% de los menores que
laboran no asisten a la escuela, el 38% sí lo hace pero de un modo inestable;
la mayoría de ellos solo completará del cuarto al sexto grado de primaria, como
máximo.
México tiene mucho por hacer en
cuanto a protección a los derechos de los niños.
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