Por: Altea Mancebo del Castillo
En el marco del día mundial de la
libertad de prensa, cabe reflexionar en torno a la situación de los periodistas
en el mundo y en México.
En lo que va de este año, se tienen registrados alrededor del mundo 19 homicidios contra periodistas y 9 hacia blogueros, así como el encarcelamiento de 174 reporteros y 164 blogueros.
El 2012 fue declarado el año con más asesinatos de periodistas respecto
a las dos últimas décadas, a nivel mundial se registró el homicidio de 90
reporteros, 48 blogueros y 6 colaboradores, según las cifras de la organización
Reporteros Sin Fronteras (RSF). Llama la atención el incremento acelerado en
los asesinatos a periodistas virtuales, que en años anteriores eran casi nulos.
Nuestro país se encuentra entre
los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo, la lista la encabeza Siria y Somalia con 18 homicidios
respectivamente, le siguen Paquistán, México y Brasil. En los primeros tres
mencionados el régimen totalitario y represor ejerce la violencia, mientras que
en los dos últimos es el narcotráfico y el Estado.
En cuanto a los países que ejercen más presión al encarcelar a periodistas
por su labor, se encuentran Turquía, China, Eritrea, Irán y Siria.
Hasta aquí hemos hablado de
números, de los casos extremos de muertes y prisión, pero ¿qué hay de la
censura? En nuestro país, como en muchos otros, las presiones de parte del
gobierno, fuerzas políticas, económicas y por supuesto delictivas, ejercen un
gran poder sobre los medios de comunicación para manipular la información a su
favor. Entonces se presentan los sobornos y las amenazas, mismas que no se
encuentran registradas pero crean un clima de tensión en al ámbito
periodístico, y provocan la autocensura ante el miedo de convertirse en un
número rojo más en las listas.
El caso de México es alarmante, pues ha estado presente desde hace varios
años dentro de los países más peligrosos
para ejercer el periodismo, tan solo en
el 2010 se colocó en el segundo lugar,
por mencionar un ejemplo.
¿Qué es lo que está pasando? La
respuesta apunta hacia dos palabras: corrupción e impunidad. Seguiremos
comentando sobre este tema.
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