El abuso sexual hacia los hombres
es un tema que suele ocultarse, existe poca información al respecto y gracias a
esta ignorancia se han creado muchos mitos, por ejemplo:
- El hombre no puede ser violentado sexualmente.
- Una mujer no puede abusar sexualmente de un hombre.
- Solo a los hombres homosexuales los violan, o al violar a un hombre este se convierte en homosexual.
- Si la víctima presenta erección o eyaculación durante el abuso, significa que lo ha disfrutado.
- Solo en las cárceles los hombres son violados.
Nada más alejado de la realidad.
Cualquier hombre, a cualquier edad puede sufrir algún tipo de abuso sexual y
eso no lo hace menos hombre. La imagen del “sexo fuerte” está sustentada por el
machismo, que no es otra cosa que pensar que el varón debe ejercer poder sobre
la mujer. Por ello es tan difícil para muchas sociedades aceptar que los
hombres también son violentados sexualmente.
El abuso sexual también puede ser
perpetrado por una mujer, hacia un menor o un adulto, ciertamente estos casos
se dan en menor proporción, pero existen. Esto puede suceder por ejemplo,
cuando se obliga al hombre a recibir sexo oral, o a penetrar a la mujer o a
alguna otra persona.
Las víctimas de agresión sexual
generalmente se sienten culpables, no importa si son mujeres u hombres, pero en
el caso de ellos, la culpa se acentúa al pensar que pudieron haber hecho algo
para evitarlo debido a que se supone deben ser fuertes, capaces de defenderse y
hasta proteger a otros. Se requiere apoyo psicológico para superar estos
sentimientos.
La víctima no se convierte en
homosexual si su agresor fue otro hombre, aun cuando haya existido erección
durante el abuso, es una reacción corporal simplemente. Tampoco quiere decir
que el atacante sea homosexual; la violación tiene que ver con el poder más que
con el deseo sexual, por lo que el agresor solo quiere someter al otro para
reafirmarse.
Desafortunadamente las
violaciones en las cárceles son algo cotidiano, ya sea en la de varones como en
las de mujeres. De igual manera se perpetran infinidad de abusos sexuales en el
contexto militar, en los conflictos armados como forma de tortura, como acto de
odio hacia homosexuales, y en las novatadas de las fraternidades o clubes para
varones. Estos son los contextos que presentan más casos, pero el abuso puede
ocurrir en cualquier lugar y por cualquier persona, exactamente igual que los
abusos hacia mujeres.
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