Por: Altea Mancebo del Castillo
En nuestro artículo anterior
expusimos los argumentos más comunes usados por los grupos que se oponen al
matrimonio entre personas del mismo sexo. En el ejercicio de divulgar
información para fomentar la reflexión, ahora comentaremos brevemente las
razones más usadas por los grupos que apoyan
este tipo de unión desde un marco legal.
Es un derecho fundamental. El
matrimonio es una decisión de vida de cualquier adulto con uso de razón, y nadie debe intervenir en esta decisión de
carácter personal, ni siquiera el Estado.
Es legalmente necesario. Para
efectos de herencias, seguros de vida, paternidad, seguridad social, hasta
decisiones en caso de enfermedad, la
pareja homosexual no cuenta con protección legal, es como si su relación no
existiera.
Es discriminatorio. El negar el
derecho al matrimonio por la orientación sexual implica establecer jerarquías de ciudadanos y marginar a
todo aquel que no sea heterosexual.
El concepto de matrimonio y familia es una construcción cultural
que se ha modificado de acuerdo a las necesidades de cada sociedad a lo largo
de la historia, y es momento de reformularlas para que sean incluyentes de la
realidad actual.
Los hijos de parejas del mismo sexo no sufren trastornos psicológicos por ello, el único peligro es el
odio social fomentado por los mismos grupos que se oponen a la legalización.
El tener dos padre o dos madres no hará a los hijos homosexuales.
Prácticamente todos las personas no heterosexuales crecieron con un modelo
heterosexual y no lo siguieron, pues su preferencia sexual se rige por otros
factores inherentes a ellos.
Las relaciones homosexuales no son las responsables de la falta de
popularidad que afecta al matrimonio y la procreación. Son cambios sociales
producto de muchos factores en el estilo de vida contemporáneo.
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