Por: Altea Mancebo del Castillo
Community Manager
Como hemos mencionado, la
hepatitis puede ser una enfermedad potencialmente mortal, y hay millones de
infectados en el mundo, por lo que un sistema de prevención es indispensable.
Actualmente existen vacunas para evitar
la hepatitis tipo A y B, no así para la C. Estas vacunas se aplican en infantes
y en adultos; en el caso de los niños puede administrarse una vacuna combinada
en tres dosis, dependiendo de la edad del menor. En el caso de los adultos la
vacuna contra el virus tipo A requiere una dosis inicial y un refuerzo a los 6
meses, para el tipo B se administra un refuerzo al mes y una tercera a los 6
meses.
Se recomienda la vacunación
contra la hepatitis A en personas en situación de riesgo como: personal médico
y paramédico, o si se está en contacto con aguas residuales, si se usan drogas
inyectables, o se tiene múltiples parejas sexuales.
En el caso de la vacuna para el
virus tipo B se recomienda sobre todo a personas sometidas a diálisis,
hepáticos crónicos, enfermos renales, portadores de VIH, usuarios de drogas
inyectables, o personas con varias parejas sexuales.
Además de las vacunas es
necesario tomar otros cuidados en la vida diaria, por ejemplo:
- Mantener hábitos de higiene en el hogar, especialmente con alimentos y agua, así como ser muy cuidadosos si se come o bebe en la calle.
- No compartir agujas o jeringas.
- En caso de realizarse tatuajes, perforaciones y cirugías menores, verificar siempre que el establecimiento cuente con certificados que avalen su sanidad.
- Usar siempre protección en las relaciones sexuales.
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