Por: Altea Mancebo del Castillo
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Comentábamos en nuestra entrada
anterior sobre los tipo de hepatitis: A, B, C, D, E. Pues bien, ahora queremos hablarles
sobre los indicadores físicos que delatan la presencia de esta enfermedad.
Los síntomas iniciales de la
hepatitis suelen confundirse con una gripa, pero conforme avanza la infección
se vuelven más claros e inconfundibles. Sin embargo existen personas que nunca
presentan síntomas.
En la primera semana de la enfermedad se puede presentar
estos síntomas:
- Cansancio, malestar general y falta de concentración
- Fiebre de hasta 39°C
- Dolor en músculos y articulaciones
- Dolor de cabeza
- Nauseas, vómito, diarrea, falta de apetito
- Hipersensibilidad a la luz
Una vez que el tiempo ha
transcurrido y la enfermedad avanza, los síntomas serán más específicos:
- Color amarillento en la piel y las mucosas, esto se aprecia claramente en la esclerótica del ojo.
- Orina oscura, heces decoloradas.
- Sabor amargo en la boca y mal aliento.
- Dolor abdominal, proveniente del hígado o el vaso.
- Cirrosis.
Después de este punto la
patología puede desaparecer o por el contrario volverse crónico, en este
segundo caso se presentará una insuficiencia hepática aguda o crónica, e
incluso puede aparecer cáncer.
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