Por: Altea Mancebo del Castillo
Community Manager
La responsabilidad social
empresarial, también llamada corporativa, se refiere a una visión en los
negocios que busca crear un impacto positivo en el medio social, ambiental y
económico.
La empresa implementa estrategias
integrales para obtener beneficios monetarios sin que se perjudique los
derechos humanos y los recursos naturales; esta postura permite establecer
procedimientos que hagan sostenible su productividad como empresa, pues ésta se
integra completamente al aparato social y natural en una relaciona de
cooperación mutua.
La empresa socialmente
responsable se rige bajo el principio de respeto a todos los individuos que la
integran, a los grupos y normas sociales externas y al medio ambiente,
procurando en cada acción en pro de su crecimiento como empresa, el bien común.
La responsabilidad social en la
empresa no es un discurso publicitario que favorezca la imagen y ganancias
de la misma, es un compromiso con el
entorno social que debe cumplirse cabalmente. Por ello la empresa debe establecer
una filosofía congruente con esta propuesta, que se lleve a la práctica mediante políticas y programas
que afecten de manera integral la actividad de la empresa.
Es decir, la responsabilidad
social de la corporación no consiste en un rasgo complementario o periférico
del ser y hacer de la empresa, es más bien un elemento fundamental de la
estructura completa de la misma.
Implica tres dimensiones
fundamentales: la económica, la social y la ecológica; cada una de ellas
compuesta a su vez por un aspecto externo y otro interno.
Esta nueva manera de hacer
negocios tiene en la actualidad un gran auge a nivel mundial, pero más allá de
una “moda” es un modelo funcional y exitoso, por lo beneficios que aporta tanto
para la empresa como para la comunidad y el medio ambiente.
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